Wise money

Wise money

En los 70 Jerry Weintraub se enamoró –aunque reconoció que no entendió una palabra del guión- de una historia de Robert Altman (“The Player”, “Short Cuts”) que nadie quería financiar: Nashville. Después de patear todos los estudios en los que Jerry era bienvenido -pues no olvidemos que era el agente de gente como Elvis o Sinatra- sólo recibió un amable NO por respuesta.

Entonces se produjo esta conversación con Robert Altman:

JW- Look, I can´t find the Money, I can´t sell it, so here´s what I decided: I am going to put my own money into it, a million-nine, just to get us going

RA- (horrified) No, Jerry. Don´t put up your own money. That´s not how it works. You get them to put up their money.

Traducción:
– Mira. No consigo la marmaja (lana, pasta, guita). No logro venderla. Asi que he decidido poner mi propio dinero: un millón 900 mil para arrancar.
– (asustado) No Jerry. Tu no pones tu dinero. Así no funciona. Los convences que pongan su dinero

O sea, que el mismo director intentaba desalentar a su productor para que no hiciera esa locura. Aparte de un consejo amistoso, como el propio Jerry apunta en su biografía, también se trataba de no tener cerca del set al que ha puesto el dinero.

Pero hay formas sabias de hacer las cosas. Weintraub, aparte de poner el dinero en una producción independiente, una vez arrancado el proyecto vendió a un buen precio los derechos de televisión a la ABC y alquiló los servicios de los estudios para la distribución. El resultado: un taquillazo para la época (recuperó 5 veces lo que costó) y una película de culto para generaciones venideras.

Hay otra forma de invertir el dinero, y es a través de productoras independientes para apoyar proyectos audaces que nunca podrían obtener el greenlight de un estudio pero que el talento apoya y los espectadores acaban respaldando.

Les recomiendo este artículo de la revista Forbes que enumera los distintos magnates que han apoyado con su dinero a productoras al margen de los estudios obteniendo un gran retorno a su inversión y la reputación de hacer de mecenas de obras memorables en la historia de este joven arte. Se trata de Megan Ellison (hija de Larry Ellison (dueño de Oracle (el quinto nombre en la lista de los más millonarios del mundo (con 48 billones de USD))), James Packer (Australiano con 6.5 billones de dólares) o Arnon Milchan (Israeli con 4.5 billones de USD) entre otros, que han hecho posible títulos como Gravity (la de nuestro Alfonso Cuarón), 12 Years A Slave, The Master y Her.

Tampoco son literalmente al margen de los estudios. A veces los estudios distribuyen, a veces se quedan con las ventas internacionales, a veces financian el marketing… pero lo que es un hecho es que no las han PARIDO ellos. Y tanto la productora como los inversionistas están conscientes que tratar con ellos supo… mejor oírlo en boca de uno de los personajes de The Grifters de Stephen Frears en esta GRAN secuencia:

LILLY
A person that don’t look out for
himself is too dumb to look out for
anybody else. He’s a liability,
right, Bobo?
(…)
Or else he’s working an angle. If
he doesn’t steal a little, he’s
stealing big.

(Una persona que no se cuida es demasiado tonta para cuidar a otra persona. Es una carga ¿o no, Bobo? (…) O está preparando algo… Si no roba un poco, está robando mucho.)

Si aceptas desde el primer momento que te van a robar de una manera u otra puedes protegerte en los contratos con los mínimum guaranteed y otras estrategias. Lo más importante es que tu película llegue a los espectadores. Y puesto a elegir, es mejor que metan la mano en tu caja que en tu película.

En el próximo post cerraremos este tema con más información sobre la indie route, como la llama Art Linson, para financiar películas.