Vicente y el Señor Barack
Este es un mail que recibí el día de hoy de mi buen amigo Vicente Domingo. Habla por si sólo.
Yo flipo con esta historia.
Jueves 9 de abril. (Jueves Santo). 10:10 h. A.M.
Vicente y su señora esposa desayunando en la cocina.
Suena el timbre. Me acerco al telefonillo.
— Mundou 21? Fundación Mundo 21? (en inglés)
— Yes, (digo yo)
El resto de la conversación sigue en inglés.
— Mi nombre es Barak. Soy un abogado de Illinois y de camino a América he parado un momento porque quería conocer sus instalaciones.
— ¿Instalaciones? ¿Qué Instalaciones?
— ¿No es esta la sede de Fundación Mundo 21?
— Ah! siii! Bueno es que también es mi casa. Esta es la dirección oficial, pero la oficina más operativa está en Madrid.
— Damn! he mandado parar en Valencia porque en la web la dirección de la sede principal es la de Valencia!
— Pero hoy es Jueves Santo! son las 10 de la mañana, voy en pijama! Sin duchar, sin afeitar y sin peinar. ¿No podríamos coordinar una visita en Madrid?
— Es que yo estoy muy ocupado. Hace poco he conseguido trabajo, de interino, un contrato de cuatro años renovable y no tengo muchas ocasiones de venir a verles.
— Tendría que haber avisado.
— Conocemos Mundo 21, humania, el proyecto de red tecnológica para educación y desarrollo, las reuniones para crear un marco jurídico para la información social, los paneles con decenas de pantallas con terminales por todo el mundo, telemedicina, formación, microcréditos, empoderamento de mujeres, etc. Nos gusta mucho.
— Vaya! Gracias.
— Mi mujer y mis niñas siguen habitualmente humania.tv
— En Google Analytics dice que nos ven mucho en EEUU. ….. Pero suba, suba, estamos desayunando! Es un tercero sin ascensor. Nadie es perfecto.
— Es que somos muchos.
— ¿Muchos?
— Bueno,… seguridad y esas cosas.
— ¿No hay manera de que quedemos en Madrid pronto?¿Seguridad?
— Me temo que no.
— Me pongo el forro polar y bajo cinco minutos.
Bajo, y en el portal de casa aparece un señor de 1,90 con sonrisa amable.
Apretón de manos.
— Solo quería decirle que su proyecto es magnífico. Sencillamente magnífico.
— Gracias. El secreto es el nivel de la gente que compone Mundo 21. Cada uno es un maestro o maestra en su campo, pero sobretodo son, eso,… buena buena gente.
— Seguro que con una idea así su gobierno, que trabaja tanto por la erradicación de la pobreza, se sentirá orgulloso y les estará ayudando.
— Hace mucho frío en Illinois me han dicho, ¿no?
Tras una breve charla sobre tecnología para el Desarrollo, el siglo XXI, el conocimiento, la igualdad de oportunidades,…
— Bueno Sr. Domingo,… (me da su tarjeta) Solo quería que supiera que humania tiene ya muchos seguidores por todo el mundo como yo y mi familia, y que debería seguir adelante siempre, incluso cuando parezca que ya no se puede seguir más.
— Habla usted muy bien Sr. Barak. Es lo bueno que tiene este proyecto, que uno encuentra gente con sensibilidad y energía. Gente que vale mucho la pena conocer.
— Si alguna vez va por Washington no dude en visitarme. (miro la tarjeta)
— ¿Pero no me había dicho que era de Illinois?
— Es que el trabajo que me ha salido es en Washington.
— Ah! Entiendo.
Buen tipo el abogado ese de Illinois. Amable y muy altote. En la foto, incluso estando yo sobre el primer escalón de entrada a mi casa (y sede de la Fundación Mundo 21), el Sr. Barak me sobrepasa un palmo.
Vicente C. Domingo
Fundación Mundo 21